Los expertos animan a la puesta en marcha de medidas de ahorro y eficiencia que pueden ayudar a reducir hasta un 35 % los gastos de los hogares en tiempos de crisis.
La crisis azota a las familias sin piedad. Por lo que ahorrar es un verbo que la crisis ha vuelto a convertir en tendencia inevitable para lograr uno de los objetivos más difíciles: llegar a fin de mes. En el consumo doméstico cada euro cuenta, y si hablamos de energía el gasto se puede disparar si no se tienen en cuenta algunas reglas básicas. La dependencia energética de los hogares se incrementó paulatinamente en las últimas décadas, hasta alcanzar en la actualidad un consumo próximo al 30 % con respecto al total de la energía utilizada por la sociedad. Por ejemplo, el consumo medio de una familia gallega representa un coste aproximado de unos 2.600 euros anuales, un coste que se puede reducir de forma importante.
La adopción de medidas que no suponen ningún coste puede permitir ahorrar hasta un 35 % en el consumo familiar, Por lo que, sin inversiones adicionales y con la misma calidad de vida, un hogar puede reducir el gasto anula hasta alcanzar una media de unos 2.000 euros. Una alternativa que hay que tener en cuenta si nos paramos a pensar que, si no aplicamos ninguna medida de ahorro, los gastos podrían dispararse hasta los 3.200 euros anuales.
Estudios realizados concluyen que el vehículo privado y la calefacción representan la mayor parte del consumo energético doméstico con un 50y 25 %, respectivamente, del total. Un buen uso de la calefacción puede ahorrarnos unos 350 euros anuales de media. Con una temperatura de 19 y 21 grados resulta suficiente para mantener el confort en una vivienda durante el día, y apagándola por la noche ya que con una temperatura que oscile entre los 15 y 17 grados es suficiente. Pues por cada grado que se aumente la temperatura crece el consumo de energía en un 7 %, lo que viene a suponer un coste anual de 45 euros.
Es muy importante la optimización de los tiempos de ventilación, lo cual no conlleva coste alguno y tan solo hay que no pasarse abriendo las ventanas. Con diez minutos con las ventanas abiertas son más que suficientes para renovar el aire de una habitación. Las filtraciones de aire o cubrir los radiadores con ropa, son impedimentos para mantener la temperatura en el interior y la difusión del calor.
El combustible para el coche, en general, es otro de los grandes gastos para la mayoría de las familias. Está comprobado que una conducción eficiente permite un ahorro de entre un 15 y un 20 % en el consumo anual del vehículo. Esto supone un gasto medio de unos 1.300 euros. Por lo que si seguimos las recomendaciones podríamos ahorrarnos uno de cada seis depósitos de combustible.
Entre las propuestas para una conducción eficiente destacan el arranque del motor sin pisar el acelerador, el emplear la primera marcha el menor tiempo posible cambiando en aproximadamente dos segundos a la segunda, la utilización de marchas largas en la medida de lo posible, o el apagado del motor si las paradas duran más de 60 segundos.
Decálogo para ahorrar energía en casa
1.- Utilizar lámparas con alto rendimiento lumínico, como los tubos fluorescentes, lámparas de bajo consumo o lámparas led.
2.- Apagar las luces al salir de una habitación y no dejando luces encendidas en habitaciones vacías.
3.- Airear la casa sólo durante el tiempo necesario. En un ambiente normal llega con unos diez minutos al día. Ventilar más tiempo sólo supondrá en invierno una pérdida de calor que tendrá que recuperar el sistema de calefacción, aumentado el consumo.
4.- En verano, si es posible, ventilar la vivienda a primera hora del día, cuando el aire de la calle está más fresco, y cerrar las ventanas el resto del día para impedir la entrada de calor.
5.- Apagar la calefacción por la noche y no encenderla hasta después de la ventilación de la casa. No ventilar el vivienda con la calefacción puesta.
6.- Cerrar el grifo mientras se lava los dientes o se afeita. Un grifo abierto consume cerca de 6 litros por minuto, en el caso de la ducha el consumo se dispara hasta los 10 litros por minuto.
7.- Repara los grifos y cisternas que gotean. Un grifo que pierda 10 gotas de agua al minuto, dilapidará 2.000 litros de agua al año.
8.- Es importante apagar con el interruptor principal los aparatos y no con el mando a distancia.
9.- Se debe intentar planchar la mayor cantidad de ropa en cada ocasión. Conectar la plancha muchas veces para pocas prendas gasta más energía que si se utiliza una sola vez para muchas.
10.- No dejar recipientes abiertos con líquidos en el frigorífico, ya que provocan humedad que tiende a depositarse en forma de escarcha, incrementando el consumo.
10 consejos para gastar menos al volante
1.- Valorar la posibilidad de utilizar el transporte urbano antes que el vehículo propio y, en pequeños recorridos, considerar la opción de ir a pie. Por ello, utiliza menos el coche o la moto en tu ciudad sustituyéndolos por la bicicleta, el tren, el metro, el autobús o el tranvía y cuando ello no sea posible, aprende a conducir eficientemente y a realizar un mantenimiento periódico del vehículo. Ahorrarás mucho combustible. Aunque los coches actuales son mucho más eficientes que los de hace 20 años, sus ventajas quedan anuladas por la tendencia a comprar coches de mayor tamaño y potencia y recorrer cada vez mayores distancias.
2.- Conducir con las ventanas del coche bajadas aumenta la resistencia del vehículo en el roce con el aire y se consume entorno a un 5 % más.
3.- El aire acondicionado o el climatizador son equipamientos que incrementan el consumo de combustible hasta un 20 %, por lo que es recomendable usarlos con moderación.
4.- La utilización de los techos practicables para ventilar el interior del coche supone un gasto adicional de combustible de hasta un 15 %.
5.- Para ventilar es más recomendable utilizar de manera adecuada la circulación forzada del vehículo. Conducir con las ventanillas bajadas a más de 100 km/h supone un aumento del consumo del 5% porque genera mayor resistencia.
6.- Para conseguir una sensación de bienestar en el coche se aconseja mantener la temperatura interior entre los 23 y 24 grados o, como norma general, evitar dar un salto de temperatura entre el interior y el exterior superior a los 12 grados.
7.- Revisar la periódicamente la presión de los neumáticos. Una presión de 0,3 bares por debajo de la recomendada por el fabricante supone un incremento del consumo de un 3 %.
8.- Los accesorios exteriores, como la baca, aumentan la resistencia del coche al aire de forma considerable, lo que viene a suponer un incremento del consumo de carburante. No es recomendable transportar objetos en el exterior de vehículo si no es absolutamente necesario.
9.- Circular a altas velocidades incrementa de manera considerable el consumo de combustible, aumentando éste de forma cuadrática con la velocidad. Moderar la velocidad es además clave para mejorar la seguridad en las carreteras.
10.- Otros elementos que inciden en el gasto de combustible del coche son la luneta térmica y la iluminación interior, pues su uso supone un incremento del consumo del 3 y 2 % respectivamente.
Fuentes: La Voz de Galicia, Imágenes Google y desarrollo propio.
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